Editor’s Note: This story, translated by Jeanette Casillas, was made available in Spanish through a partnership with CASA Magazine. Read the English version here.
No importa cuales leyes sean aprobadas, que tratados sean firmados, o que se desarrollen nuevas tecnologías, la lucha contra el cambio climático a la larga se reducirá a cambiar el comportamiento humano. Por lo que es esencial comprender lo que nos motiva a comportarnos de una manera ambientalmente responsable.
Un nuevo estudio longitudinal, llevado a cabo en dos países, encuentra que tener puntos de vista pro-ecológicos no corresponde necesariamente a un comportamiento amigable con la Tierra. Asombrosamente, tampoco sentir una conexión estrecha al mundo natural.
Sin embargo, te puedes dar una buena idea de quién va a vivir una vida centrada en la sostenibilidad con huella ligera si consideras los objetivos a largo plazo que han fijado para sí mismos.
Una persona decidida a alcanzar la riqueza y / o el poder es poco probable que se comporten de una manera “ecológica,” no importa lo que él predique. Pero alguien centrado en la autorrealización, en el servicio a los demás, y / o en la participación de la comunidad es muy probable que si.
Empezar a hacer tu parte por el planeta, y podrías encontrar a tus objetivos empezar a pasar de éxito fugaz a garantizar el bienestar de las generaciones futuras.
“Llegamos a la conclusión de que centrarse en lo intrínseco, en lugar de lo extrínseco, las metas de la vida pueden ser importantes no sólo para el bienestar de los individuos, sino también para el bienestar de las generaciones futuras,” escribe un equipo de investigación dirigido por Wenceslao Unanue de la Universidad Adolfo Ibáñez en Chile. Su estudio esta publicado en Journal of Environmental Psychology (Revista de Psicología Ambiental).
Unanue y sus tres colegas realizaron un estudio longitudinal en una nación desarrollada o en desarrollo: Gran Bretaña (donde se encuestaron 461 personas) y Chile (76 personas). Los participantes, que fueron reclutados de las listas de alumnos universitarios en ambos países, fueron interrogados inicialmente en el 2010, después de nuevo en el 2011 y en el 2012.
El estudio contó con series de preguntas diseñadas para medir los objetivos de vida, visiones del mundo a favor del medio ambiente, el grado en el que se identificaban con el medio natural, y si participan en uno o más de 10 comportamientos ambientalmente responsables.
En la sección de “objetivos de la vida,” los participantes informaron (en una escala entre uno y siete) que tan importante consideraban una serie de aspiraciones, incluyendo “Que muchas personas conozcan mi nombre,” “Ocultar con éxito los signos del envejecimiento,” “Crecer y aprender cosas nuevas,” y “Tener buenos amigos con los que puedo contar.”
Para la sección de “identificación del medio ambiente,” reportaron su nivel de acuerdo con declaraciones tales como “Para mí, el diálogo con el entorno natural me da un mayor sentido de quien soy.” “Conductas ambientales responsables” incluye usar el transporte público cuando sea posible, y boicotear las compañías que llevan a cabo prácticas ambientales dañinas.
Comparando las actitudes en el 2010 con comportamientos dos años después, los investigadores encontraron “metas de la vida prospectivas predicen el comportamiento ambientalmente responsable,” mientras que “en lugar de forma inesperada, las visiones ambientales del mundo y la identificación del medio ambiente no lo hicieron.”
En concreto, informan que, en Chile y el Reino Unido, “el respaldo de los objetivos de vida extrínsecos, a expensas de los intrínsecos, se asoció con un comportamiento menos ecológico.”
El hallazgo de que puntos de vista políticos a favor del medio ambiente y la identificación con la naturaleza no predicen el comportamiento “ecológico” fue una sorpresa desagradable. Pero, curiosamente, Unanue y sus colegas informan que, para muchas personas, las acciones son lo primero, y actitudes siguen.
“Nuestros resultados sugieren que las visiones del mundo pro-ambientales, así como la identificación del medio ambiente, podrían ser mejor entendidas como consecuencias, más que como antecedentes, de comportamientos ambientalmente amigables,” escriben los investigadores.
Señalan que, entre sus participantes británicos, “el comportamiento ambientalmente responsable predijo visiones del mundo pro-ambientales, que a su vez predijo la identificación del medio ambiente.”
“Con el fin de sentir que su comportamiento es consistente con sus actitudes e identidades, a veces la gente puede cambiar sus actitudes e identidades para adaptarse a su comportamiento,” añaden.
Por lo tanto, “fingir hasta que lo logres” puede ser un buen consejo no sólo para los alcohólicos, sino también para las personas que aspiran a acumular dinero, la fama o el poder. Empezar a hacer tu parte por el planeta, y podrías encontrar a tus objetivos empezar a pasar de éxito fugaz a garantizar el bienestar de las generaciones futuras.
Hallazgos es una columna diaria por el escritor de Pacific Standard Tom Jacobs, que recorre las revistas de investigación psicológica para descubrir nuevos conocimientos sobre el comportamiento humano, que van desde los orígenes de nuestras creencias políticas hasta el cultivo de la creatividad.